En el certamen televisivo que en sus primeras dos temporadas hizo récords de rating, estará en juego el premio de un millón y medio de pesos y el título de campeón o campeona que ya ostentan los ganadores anteriores, Claudia Villafañe y Gastón Dalmau.

Los actores Gastón Soffritti y Tomás Fonzi se lanzan a las hornallas como parte de la nueva camada de famosos de «MasterChef Celebrity», que inicia su tercera edición este lunes a las 21.30 por Telefe, y en charla con Télam avisaron que encaran la propuesta con entusiasmo por «aprender» y con «fe» para superar los diferentes desafíos.
Como ya es habitual, el certamen televisivo que en sus primeras dos temporadas hizo récords de rating tendrá a Santiago del Moro como conductor y a los chefs Donato de Santis, Damián Betular y Germán Martitegui como los exigentes jurados.

Estará en juego el premio de un millón y medio de pesos y el título de campeón o campeona que ya ostentan los ganadores anteriores, Claudia Villafañe y Gastón Dalmau.
«No deja de ser una competencia pero voy a competir conmigo mismo para poder superarme. No sé si la competitividad significa estar a los codazos, pero no es mi estilo», apuntó con humildad Fonzi, quien contó que «se da maña» con algunos platos y reconoció que tendrá mucho por aprender, uno de los factores que más lo sedujo para participar.
En tanto, a Soffritti le interesó «la gran exposición que tiene» «MasterChef» «por ser el programa más visto de la TV argentina», y añadió que había aceptado rápidamente la invitación del reality porque siempre le gustó la cocina y tiene familiares involucrados en el sector.
– Tomás Fonzi:
Que sea un certamen técnico. Y ahora lo compruebo estando desde adentro. Claro que es un programa de TV y está en juego la personalidad de cada uno, pero es un certamen de cocina, en definitiva. Lo que termina definiendo es cómo presentás tu plato y lo que refleja de cada uno.– Gastón Soffritti: La dinámica, que está buena porque sirve para aprender un montón. La adrenalina que te genera.
– T: ¿Con qué habilidades culinarias llegan a la competencia? ¿Se tienen fe?
– TF: La fe es lo último que se pierde. Me gusta la comida de determinada manera, pero hay un abismo de distancia para ejecutarlo. Charlé con anteriores participantes y me contaron que lo que te llevás es aprender, porque terminás el programa habiendo aprendido un montón. También es una vidriera muy importante: hay mucha exposición y no hay muchas maneras de pilotear quién es uno y tu personalidad.
– GS: Me tengo fe. Es una competencia súper dura y difícil. Porque cocinás cosas que no estás acostumbrado. Pero me doy maña en general, no es que no sé nada de nada. Cuando pase a un nivel un poco más complejo se me va a complicar. Hay que estudiar, ver videos, mirar chefs de varias partes del mundo porque te piden muchas comidas de otros países.
– T: ¿Tienen platos favoritos que no sepan cocinar y les gustaría aprender?
– TF: Me fascinan los platos que quizá no tenemos tanto en nuestro código cultural. Comida árabe, oriental, vietnamita… platos con yogurt natural con menta, leche de coco, los agridulces.
– GS: También. Platos complejos de cocina asiática, tailandesa o hindú. Sabores que no tenemos tanto en mente, con más condimentos y especias.
– T: ¿Y los que mejor les salen?
– GS: Me tengo mucha fe con la comida mediterránea; todo lo relativo a pescados, mariscos, risotto. Me defiendo con las pastas y platos italianos y españoles.
– TF: Empanadas o una buena salsa para las pastas. Me doy maña con las carnes. Tengo un lema que es «lo que sea, pero dorado y crocante». Con algo un poco más complejo no sé si me manejo tanto, pero iremos viendo. Igual es una competencia amateur: somos todos actores, artistas, deportistas y periodistas.
– T: ¿Tienen familiares de quienes hayan aprendido?
– GS: Vengo de una familia del palo culinario. Si bien no se dedican a eso, mi mamá y mi hermana se recibieron de chef. Y mi papá cocina muy bien.

– T: ¿Saben hacer asados?
– TF: Sí, disfruto mucho toda la ceremonia de prender el fuego a las 9 de la mañana y comer a las 2 de la tarde. Y todo lo que lo acompaña: la picadita, el vermut, la charla.
– GS: No soy un gran asador. Con mis amigos no suelo ser el que lo hace. Sé hacer, tengo más o menos idea, pero no soy especialista en eso; me gusta más otro tipo de cocina.

– T: ¿Hay expectativa de pasarla bien con el resto de los participantes? ¿Ya conocían a algunos?
– GS: Tengo mucha expectativa de que va a estar bueno, de pasarla bien y de aprender bastante. No conozco a muchos. Alguna vez me crucé a «Tití» Fernández, Mica Viciconte y Luisa Albinoni, pero no con relación cercana. Al que más conozco es a Tomás, pero es un lindo grupo.
– TF: Sí, hemos trabajado ya con Gastón y tenemos la mejor onda. La conozco además a Charlotte y es una masa. Está el «Negro» Enrique, que también es de zona sur y es campeón del mundo, así que se me eriza la piel de solo estrechar su mano. Hay un lindo grupo humano.
– T: ¿Eran seguidores de «MasterChef»?
– TF: Los domingos era una actividad fija ver la gala de nominación, estaba atornillado frente a la tele.
– GS: Vi la primera temporada, que tocó en pandemia, porque siempre me gustó mucho la cocina.
– T: ¿Qué pensaron cuando les propusieron participar?
– GS: Cuando me llegó la propuesta no dudé demasiado y me metí directamente. Estaba terminando con una película y me parecía divertido cambiar por algo que no tenía mucho que ver con eso. Me gusta estar cambiando todo el tiempo y no sentir que estoy haciendo siempre lo mismo.