El pueblito detenido en el tiempo en el que 57 personas viven de la agricultura y cría de de llamas

Está ubicado en la Puna jujeña y en 2022 compitió por ser el mejor del mundo.

En la Puna jujeña hay un pueblo pintoresco de apenas 57 habitantes que está “detenido en el tiempo» y en el que viven de la agricultura y de la cría de ovejas y llamas.

Se trata de Alfarcito, que también es conocido como San Francisco de Alfarcito, y está considerado como una “población rural dispersa”. Esta pequeña comunidad, que está ubicada a 3.363 metros sobre el nivel del mar, aún mantiene el estilo de vida que llevaban los Kollas hace cientos de años y debe su nombre al cultivo de la alfalfa, que se realizó históricamente en la región.

 

Llamas.jpgLos pobladores de Alfarcito se dedican a la cría de llamas y ovejas. Crédito imagen: Prensa Jujuy

Actualmente, sus habitantes trabajan la tierra sembrando habas, maíz y papa. La localidad también es conocida porque allí se puede realizar turismo rural comunitario, además de que tiene un valor histórico si se tiene en cuenta que Alfarcito es un asentamiento prehispánico. Un dato a tener en cuenta: en 2022 este pueblo compitió por ser el mejor del mundo en el marco de los premios World Travel Awards.

La gente que vive en Alfarcito trabaja en el campo según el calendario agropastoril y de cultura ancestral. Un ejemplo: a la hora de elaborar tejidos con lana de llama las esquilas se realizan en el verano.

Una de las actividades que más suelen realizar los turistas en Alfarcito es visitar las casitas de adobe, piedra y techo de paja de los habitantes del lugar, que se encuentran en las pintorescas calles de tierra que completan el trazado del poblado. Otro de los puntos importantes es visitar la iglesia San Francisco de Asís, que cuenta con un espacio contiguo en el que se venden artesanías hechas en esta localidad.

 

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