El diputado provincial Bruno Sarubi respondió a las declaraciones del intendente de Feliciano, Damián Arévalo, quien en un acto con Adán Bahl y Guillermo Michel acusó al gobierno provincial de “incoherencias y bochornos”.
“Lo de Arévalo es el colmo del oportunismo político», señaló Sarubi. «Habla de bochornos cuando deja un municipio con obras paralizadas, calles destruidas, servicios básicos colapsados y un desorden financiero que conocen todos los vecinos de Feliciano. Antes de opinar sobre el gobierno de Rogelio Frigerio, debería explicar el estado en que entrega su propia gestión», agregó.
El legislador recordó además que el propio Arévalo había destacado públicamente el acompañamiento del gobernador Frigerio en obras y programas provinciales. “Hace pocos meses agradecía la presencia y el apoyo de la provincia, y ahora se da vuelta para hacer campaña con Bahl y Michel. Esa es la verdadera incoherencia”, afirmó.
Sarubi también cuestionó el respaldo de Arévalo al candidato Guillermo Michel, “un dirigente que arrastra denuncias gravísimas de financiamiento irregular”. En ese sentido, mencionó la denuncia pública de la diputada nacional Marcela Pagano, quien aseguró que Michel fue uno de los financistas de la campaña libertaria en Entre Ríos, con aportes provenientes de su estudio jurídico en Recoleta.
«Nadie explicó nada sobre esos bolsos ni sobre los vínculos que señala Pagano. Y mientras tanto, el peronismo vuelve a cerrar filas detrás de las mismas caras y las mismas prácticas. Si Arévalo habla de bochornos, debería empezar por ahí”, expresó Sarubi.
El diputado resaltó que, “lejos de estar en retirada”, la gestión de Rogelio Frigerio “recuperó la presencia del Estado provincial en cada rincón de Entre Ríos, reactivó obras que estaban paralizadas, ordenó las cuentas públicas y fortaleció el vínculo con los municipios sin distinción partidaria”.
«La gente ya no se deja engañar por discursos vacíos. Entre Ríos cambió porque hoy hay un gobierno que gestiona con transparencia y resultados concretos. Lo que no cambió es la vieja costumbre del peronismo de atacar cuando pierde poder”, concluyó Bruno Sarubi.