En menos de un año, El Entrerriano cerró 8 sucursales y despidió casi 50 personas

La tradicional casa de electrodomésticos atraviesa una grave crisis económica y financiera. Pidió proceso preventivo de crisis y corren peligro los locales en Paraná y Crespo que todavía resisten

Bazar El Entrerriano es una de las empresas paranaenses con más años de historia que sufre en carne propia la crisis económica y financiera del país y malas administraciones. En menos de un año, según el relevamiento realizado por AHORA, cerró ocho de sus 12 comercios y despidió a unos 50 trabajadores. El panorama, incluso, sigue incierto para la casa matriz y las sucursales de Paraná y el local que quedó en Crespo.

La empresa paranaense, que nació en mayo de 1924 de la mano de León Botón y que creció con luego junto a David Baruh y su familia, llegó a tener 12 locales en Entre Ríos y Santa Fe, además de emplear a más de 170 trabajadores. Pero la caída de ventas, los cambios de hábitos de consumo a los que no se adaptaron y también problemas financieros y de administración internos, la llevaron a la debacle.

Los síntomas más graves de la delicada situación de la empresa se comenzaron a manifestar con mayor virulencia a mediados del año pasado, cuando la recesión empezaba a notarse en el país. Desde ese momento, ya habían solicitado formalmente el Proceso Preventivo de Crisis, que les permitiría reestructurar la planta del personal y abonar la mitad de las indemnizaciones.

De hecho, desde hace varios meses el Sindicato de Empleados de Comercio viene tomando nota, dialogando con el equipo de abogados y buscando alternativas para los trabajadores. Sin embargo, de inmediato llegaron los primeros cierres y despidos que, según ratificó a esta Redacción Daniel Ruberto, titular del gremio, ya despidieron a casi 50. En el camino, otros también fueron yéndose.

Las primeras persianas bajadas se concretaron en la costa del Uruguay. Precisamente, el último día de octubre del año pasado, cerraron las sucursales de Concordia y Colón. Entre ambos hubo 14 despidos-ocho en una y seis en la otra-. Este acontecimiento cargó aún más de incertidumbre al resto de las familias que dependían de la firma, muchos de ellos más de 10 años de antigüedad.

Luego, con el comienzo de un nuevo año y perspectivas aún más desalentadoras para el sector de electrodomésticos -cuyas estadísticas oficiales marcan significativas caídas-, cerró sus puertas la sucursal de la ciudad de Santa Fe. Esto ocurrió a fines de enero pasado, cuando quedaron en la calle cuatro empleados.

Pero esto no quedó ahí y mayo llegó recargado de malas noticias. En un mismo día, específicamente el 2 de mayo pasado, la empresa cerró las sucursales de Gualeguaychú, Chajarí y La Paz. Entre las tres contabilizaron 21 despidos, dado que cada local funcionaba con una estructura de siete empleados.

Finalmente, los dos últimos locales cerrados fueron los de Concepción del Uruguay y Viale, que se concretaron esta semana. Primero fue el comercio de La Histórica, que dejó sin sustento a cinco familias. Luego fue la sucursal de la localidad del departamento Paraná, con tres despidos.

La situación de Bazar El Entrerriano resulta de suma gravedad, más aún ante las dificultades de crear nuevas fuentes laborales para los empleados despedidos. Las posibilidades de trabajo, que posibilitaron la expansión hace más de 10 años, se truncaron. La falta de previsibilidad a los cambios bruscos de política económica también jugaron en contra. Y en medio de la recesión, las proyecciones todavía son oscuras.

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