La delegación artística de Entre Ríos, integrada por actores, bailarines, músicos y cantantes elegidos especialmente para la ocasión, se llevó el aplauso entusiasmado del público, que acompañó la actuación con sapucays, coreando canciones, revoleando pañuelos, haciendo palmas y levantando carteles donde pudieron leerse nombres de localidades entrerrianas como Paraná, Larroque y San José.
“Entre Ríos brilló en este prestigioso festival y ello fue posible por la decisión del gobernador Gustavo Bordet de disponer de todos los recursos necesarios para poder llegar con nuestros artistas hasta este escenario Próspero Molina”, destacó el asesor Cultural de la provincia, Roberto Romani, quien, junto a la secretaria de Turismo y Cultura, Carolina Gaillard, encabezó la comitiva entrerriana.
En total, la delegación oficial estuvo conformada por 43 artistas, un coreógrafo y cuatro técnicos. Se trató de una puesta en escena de 20 minutos. La gestión, logística y producción de la presentación fue organizada por el gobierno provincial, a través de la Secretaría de Turismo y Cultura de la Provincia, con la participación de Direcciones de Cultura municipales de distintos departamentos.
A su turno, Carolina Gaillard se manifestó “orgullosa de nuestra delegación, que es muy representativa de nuestra tierra. Los entrerrianos tenemos un fuerte vínculo con los ríos que nos abrazan y atraviesan y eso fue lo que quisimos transmitir sobre el escenario con artistas de todos los rincones de nuestra tierra. Con el acompañamiento de nuestro gobernador Gustavo Bordet, hicimos el esfuerzo para que Entre Ríos esté presente una vez más sobre este escenario tan trascendental para la cultura latinoamericana”.
Una compañera de Lidia, Vanesa, ya tenía experiencia actuando en Cosquín, pero destacó que “este fue un momento especial, porque convivimos con personas que nos conocemos hace mucho y logramos algo hermoso, mostrando lo que es Entre Ríos y lo que somos nosotros”. Respecto al repertorio mencionó que todos los temas “tienen lo suyo, pero lo más lindo fue El carretel, al final, cuando bailamos todos y participan todos los músicos”.
A través de las canciones, los audiovisuales, la danza y el despliegue teatral, fueron apareciendo en escena Francisco “Pancho” Ramírez, el supremo entrerriano; el río y sus pescadores, los cultivos y los jornaleros, la flora y la fauna autóctona y hasta un grito en defensa de la naturaleza. Voces femeninas y masculinas, de diferentes generaciones que provenían desde distintos rincones de la provincia, en conjunción con un ensamble de artistas que dieron vida a los sones de guitarristas, acordeones e instrumentos de percusión, hicieron fluir chamarritas, chamamés y rasguidos dobles. La confluencia musical, de arte escénico y visual lograda sobre el escenario fue digna de destacar y celebrada en la platea. (MLG)