Brasil aprueba la venta de productos medicinales a base de marihuana.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) aprobó un reglamento para regular la venta de medicamentos a base de cannabis en todas las farmacias del país pero la autorización para permitir a las empresas el cultivo de la planta quedó en el limbo.

Todo comenzó con Anny Fisher. Su madre, Katiele Fisher, decidió en 2013 pedir en Estados Unidos un aceite a base de marihuana con concentraciones de cannabidiol para tratar de controlar los devastadores efectos que le producía la epilepsia CDKL5 a su hija. Pero al llegar a Brasil, el producto fue decomisado por la aduana. Hasta entonces, cualquier producto derivado de la marihuana estaba prohibido.

Fisher llevó el caso hasta los tribunales en 2014 y así comenzó una batalla jurídica que en los siguientes años no solo dio luz verde a la importación de cannabidiol en 2015, sino que llevó a Anvisa a eliminarla de su lista prohibida de sustancias. Este largo camino, plagado de cargas burocráticas, condujo a que en la práctica los pacientes que desearan adquirir estos medicamentos tuvieran que pedir una autorización de la agencia para la importación de cannabidiol y sus derivados, haciendo lento el proceso, ya que cada caso debía ser estudiado individualmente para poder tener el permiso para dejarlo entrar al país.

Este 3 de diciembre Anvisa aprobó la venta de productos medicinales a base de marihuana en todas las farmacias bajo unos criterios específicos. En los próximos días el texto se publicará en la Gaceta Oficial Federal y entrará en vigencia 90 días después de ello.


Chris Wattie / Reuters
El reglamento aprobado «establece los procedimientos para otorgar una autorización sanitaria para la fabricación e importación de estos productos y establece requisitos para la comercialización, prescripción, dispensación, monitoreo y supervisión de productos de cannabis con fines medicinales», expuso Anvisa en su página web. Pero esta fabricación tendría que hacerse con materias importadas.

Algunas de estas reglas contienen las siguientes especificidades: no puede usarse estos productos para animales y aquellos que contengan más de 0,2% de THC (tetrahidrocannabinol, principal constituyente psicoactivo del cannabis) deberá llevar la advertencia de que su uso «puede causar dependencia física y mental». El paciente también tendrá que llenar un fórmula de consentimiento informado antes de recibir el medicamento.

Brasil aún no le apuesta de forma decidida a la marihuana medicinal

Jair Bolsonaro se hizo elegir con la promesa, entre muchas otras, de luchar frontalmente contra el narcotráfico y designó a Antonio Barra como presidente de Anvisa, el mismo que votó en contra de una segunda propuesta presentada este martes para permitir a las empresas plantar marihuana controlada con fines medicinales.

Así, la posibilidad terminó cayendo con tres votos en contra y uno a favor. Barra argumentó, según el diario brasileño ‘O Globo’, que la forma en que se realizó la discusión deja al país vulnerable a la acción de grupos criminales e impactos en el Sistema Único de Salud (SUS).

Y aunque la decisión de comercializar estos productos en el país le abre un espacio mayor a la marihuana medicinal en el país, Brasil está lejos de estar a la vanguardia de esta nueva industria como Uruguay y Colombia, que legalizaron la marihuana para uso medicinal.

 


Carlos Osorio / Reuters
Según ‘Folha de Sao Paulo’, los permisos otorgados por Anvisa para importar productos a base de marihuana pasaron de 826 en 2015 a 2.726 en 2019, una suma que se triplicó en solo cuatro años. Según ‘New Frontier Data’, se calcula que el gigante latinoamericano tiene un mercado floreciente y multimillonario aguardándole.

Con Reuters

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