Los hombres y mujeres que han aportado al sistema de salud durante toda su vida laboral, viven y sufren con indignación e impotencia como su salud se deteriora por el paso del tiempo y la desidia del estado.-
El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados PAMI es la obra social más grande de Latinoamérica y cumple desde hace ya larga data un servicio precario e ineficiente.-
La cápita (modelo de retribución a los prestadores) está probado que contiene serias anomalías que perjudica a los afiliados que requieren en esta etapa de sus vidas esmerada atención, cuidados intensos y tratamientos crónicos y complejos.-
Los prestadores aducen que el monto de la cápita en totalmente insuficiente para cumplir con una debida y correcta atención médico asistencial y esta situación impacta directamente en las condiciones de vida y de salud en los jubilados que, luego de décadas de aportes ven deteriorarse su cobertura sanitaria.-
Los descalabros de la política económica de distintos ciclos gubernamentales con el alto costo de los insumos y equipamientos y gastos de operatividad dolarizados han puesto al sistema de salud en un riesgo preocupante. Prestadores y prestatarios han sido conducidos hacia un laberinto en la que no se avizora una salida.-
En 2019 han cerrado cerca de Cien Clínicas y Sanatorios en el país los que significa trabajadores y profesionales de la salud, técnicos, médicos y enfermeras altamente preparados en la calle.-
El PAMI es de los jubilados por tanto los mismos deben administrarla. Los asiste la razón y el Derecho porque ellos son sus verdaderos dueños.-
El 70 Por Ciento de la salud en la República Argentina es atendida por el sector privado (Mutuales, Cooperativas, Pre-pagas, obras sociales sindicales, fundaciones) el 30 por Ciento le corresponde al estado. Es hora que el estado actúe con rectitud y eficiencia con políticas de excelencia en bien de la salud de los argentinos especialmente atendiendo a los sectores más vulnerables que son la infancia y la vejez.-
“A la vulnerabilidad natural que caracteriza a esta etapa, se agrega un deterioro de derechos elementales de acceso a la salud y a un ingreso decente. Los adultos mayores pertenecen a un segmento de la población olvidados por las políticas públicas y segregado por sus propias comunidades. El despojo económico y social a que son sometidos probablemente proviene de una corriente mucho más profunda, que es el despojo radical de su valor simbólico y social”.-
Consejo Ejecutivo C.G.T.
Regional Concordia.