La población de Argentina en ese momento era de 7.903.662 habitantes, Entre Ríos 425.373 habitantes y en Concordia 20.000 habitantes.
La epidemia comienza en febrero de 1916, se supone que es importada de España. Un pasajero pasa por Concordia con destino Curuzú Cuatiá en Corrientes y enferma, sigue viaje y posteriormente se lo relaciona.
Esta enfermedad era conocida en la Mesopotamia y Formosa como la “enfermedad rosada”.
Se confundía con el sarampión. Fueron atendidos en Concordia en el Regimiento 6 de Caballería varios enfermos, se los confunde con sarampión y eran casos de dengue.
En Concordia alcanzo el 85% de la población, luego pasa a Salto (R.O.U), luego a Concepción del Uruguay, de allí a Paysandú (R.O.U). Llega hasta Paraná donde también se ven casos de dengue. En marzo de ese año llega a Gualeguaychú, luego Diamante y Gualeguay, pero acá solo afecta a un 15% de la población.
En el diario local de Concordia se entrevista a un bacteriólogo y a un bioquímico que estudian la epidemia.
En la edición del 24/03/1916: “ el mosquito es un enemigo terrible”. En Concordia hay una invasión de 2 tipos de mosquitos verdaderamente terribles, el Culex Fatigans y el Stegomya Fasciata, se debe hacer una campaña de exterminio implacable, porque en los lugares donde hay Fiebre Amarilla son los que la transmiten.
Refieren que pueden señalar como presuntos culpables de la difusión del dengue en Concordia a “2 peligrosas especies de mosquitos que han encontrado aquí” y que su existencia no era conocida.
En Entre Ríos la epidemia siguió el curso del río en la propagación, fueron cerradas escuelas y negocios por falta de empleados, fue de mediana intensidad, tal vez por el clima templado. Hubo una enorme invasión de mosquitos en esa época.
No hubo casos fulminantes. Mortalidad casi nula, excepto un caso en Gualeguaychú.
Según relatos de los médicos de la época la fiebre pocas veces llegaba a los 40º. dolores musculares en todos los casos, erupción en más del 50% casos y síntomas gastrointestinales.
Convalecencia larga con astenia y depresión psíquica. No se han observado hemorragias, parálisis, paresias, convulsiones.
Informe por el Dr Marcelo Cutro para Concordia24