Con fecha 14 de diciembre, se firmó el decreto reglamentario por parte del Gobierno de Entre Ríos, con respecto a las fumigaciones aéreas (adjuntamos el mismo al pie de este informe).
El mismo especifica que la distancia de aplicación permitida es de 500 metros (aérea), y 100 metros (terrestre). Además, se debe contar con la presencia del asesor técnico del productor o del aplicador.
Asimismo, y en cuanto a las escuelas rurales, se supo que hay 500 metros de restricción, así como también la aplicación debe realizarse fuera del horario de actividades escolares habituales, o en días en los que no se dictan clases.
El compromiso de Bordet
Recordemos que, oportunamente, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, asumió el compromiso ante los ruralistas de Gualeguaychú durante la última visita a la ciudad.
El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (STJER) prohibió las pulverizaciones terrestres con agroquímicos a menos de mil metros de las escuelas rurales y, en el caso de las pulverizaciones aéreas, impuso una distancia de 3 mil metros en todo el territorio provincial.
Este fallo generó la alerta del sector agropecuario, desde donde se pronunciaron en contra del mismo y aseguraron, mediante diversos medios, que esta decisión judicial significaría la irreparable pérdida de cultivos y la quiebra económica de muchos productores.
A fines de noviembre, cuando Bordet pasó por Gualeguaychú, tras recibir a la plana mayor del Peronismo Federal en la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires, los ruralistas gestionaron una reunión para interiorizarlo de la situación. De la misma participaron los dirigentes agremiados, el senador nacional Alfredo De Angeli y su par departamental, Nicolás Mattiauda. Ambos muy ligados al campo.
La presión del sector, evidenciada en el “profundo malestar de los productores”, puesto de relieve en el último comunicado de prensa que lleva la firma de la Mesa de Enlace Gualeguaychú, apunta a que el gobierno subsane el vacío legal existente en cuanto a las distancias que debe haber entre los fumigadores y las escuelas rurales.
La importancia de este aspecto radica en que el fallo del STJER, que prohibía las fumigaciones con agroquímicos a menos de mil y tres mil metros de distancia de los establecimientos educativos rurales, se sustentaba en un “vacío legal”. Por lo que con la reglamentación del Ejecutivo “dejaría de existir ese vacío”, se entusiasmaron los ruralistas tiempo atrás.
“Pero más allá del decreto que reglamente las distancias, estamos trabajando en un fuerte sistema de control para que quienes realizan las aplicaciones lo hagan de manera responsable y sin perjudicar la salud. En esto seremos implacables; queremos realizar los controles necesarios, y apelo a las buenas prácticas de los productores. Estaremos ejerciendo el control que como provincia nos corresponde, y sancionando severamente a quien lo incumpla”, expresó Bordet.
Decreto: