Las comunidades educativas de la diócesis de Concordia se congregaron para el «Jubileo de los Educadores»

 

Las comunidades educativas de la diócesis de Concordia se congregaron el pasado sábado 28 de junio para compartir el “Jubileo de los Educadores”, el acontecimiento donde celebraron su vocación y proyectaron la misión, con el firme propósito de seguir caminando juntos como una gran familia.

 

Apoderados legales, directivos, docentes, profesores, administrativos, catequistas, asesores y capellanes fueron convocados por las Juntas diocesanas de Educación y de Catequesis encargadas de organizar este encuentro, dando continuidad a un trabajo sinodal entre escuela y catequesis.

La oración de inicio, la peregrinación y la Eucaristía fueron los signos de este jubileo. Allí, los educadores miraron con gratitud la siembra realizada en sus comunidades, y recordaron que “educar es un acto de esperanza” -al decir del Papa Francisco- invitándolos permanentemente a custodiar cada vida que por la escuela pasa en su camino hacia la plenitud.

 

También hubo momentos de reflexión. El primero a cargo del obispo diocesano monseñor Gustavo G. Zurbriggen, quien compartió una iluminación sobre las tres metas pastorales asumidas por la Iglesia en la diócesis de Concordia. Luego, Cecilia Sansó por la Junta de Catequesis y Verónica Rivarola por la Junta de Educación, abordaron las tres líneas pastorales para la educación católica, que se desprenden de las diocesanas y que son fruto de la reflexión y trabajo sinodal de las comunidades educativas.

 

De estas tres metas que se proponen “Profundizar en nuestra espiritualidad generando espacios de encuentro, de escucha, de formación y de participación con todos los miembros de la comunidad educativa”, “Acrecentar la vida misionera hacia dentro y fuera de nuestras comunidades educativas” y “Crear y fortalecer, allí donde ya estén, los equipos animadores de pastoral educativa”, se trabajó puntualmente sobre la última.

La Eucaristía de cierre estuvo presidida por el padre Pablo Panozzo Zénere vice delegado para la educación en la diócesis, quien invitó a los educadores a experimentar el encuentro con Jesús que plenifica. Los animó a volver al corazón para encontrarse con ese Dios que los habita y que lleno de misericordia los renueva para emprender a diario la misión que les encomendó. Los instó a que le confíen al Buen Pastor todas las realidades que los interpelan para que sea Él quien las libere, las transforme y las fecunde.

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