El proyecto de ley que impulsa el gobernador Frigerio tiene un único objetivo “implantar la Boleta Única Papel”, el resto es relleno. Se funda básica y únicamente en que, el Estado sería el único proveedor de la boletas en forma directa al elector, sin intermediación de los partidos políticos, poniendo la boleta directamente en el cuarto oscuro. Nos quieren hacer creer que los beneficios de ese monopolio serían: 1) Equiparar las condiciones de competencia; 2) facilitar la fiscalización; 3) asegurar la “oferta” electoral de manera más completa; 4) evitar la falta de boletas; y 5) reducir el gasto en impresión. Me adelanto a calificar de mentiras a los supuestos beneficios y un retroceso político a la BUP.
En ésta primera nota y en otras que seguirán a la presente desglosando y analizando los fundamentos, explicaré el detrimento que significa para la democracia y para la política en general y para el Movimiento Nacional Justicialista en particular la boleta única papel BUP, y cuáles los objetivos que persiguen quienes la proponen.
En principio digamos que la política es muchísimo más que una “competencia” o una “oferta” electoral que se dirime un día domingo en el cuarto oscuro, cual producto que se compra y se vende. ¡Bueno tal vez para el propulsor de la iniciativa si lo sea! Y ello claramente se nota en aquellos pobres fundamentos.
Arranco diciendo que «las condiciones de competencia” no se dirimen el domingo de votación, porque ellas no se refieren a una boleta electoral. Esas condiciones son preexistentes, se ven expresadas en el trabajo político que cada partido hace a su manera y desde el lugar en el que se encuentre posicionado. Así, si se trata de un partido que se encuentre en funciones de gobierno, será la gente la que evalúe su gestión en el tiempo que le tocó legislar y gobernar, y si lo hizo bien o lo hizo mal. Si se trata de los partidos que pujan por obtener el poder serán sus propuestas las condiciones de competencia. Aún más si se trata de un partido de raigambre popular será su contacto con el pueblo su principal condición de competencia y si es un partido conservador seguramente usará la justicia y los errores rivales para obtener el voto. Así es que la BUP no tiene nada que ver con la competencia electoral. Por el contrario trastoca todo ese sano trabajo de construcción política (competencia), y lo traslada al beneficio de quien tenga más dinero para hacer campaña publicitaria, radios, papel, diarios, redes etc. los meses previos al día de elección, exaltando solo una foto del principal candidato, un color o un número. Éste último es uno de los verdaderos objetivos de los “liberales” impulsores, y se entiende; lo que nos enoja es que, quienes usufructúan el voto peronista estén en la provincia de Entre Ríos apoyando el proyecto, como por caso de Adrian Fuertes, que habló de “un debate en el momento justo…compromiso con la coherencia y la modernización…debate más reflexivo y alejado de intereses inmediatos…fortalecen el espíritu democrático y participativo de la propuesta… (Diauno.ar 26/11/24), o Enrique Cresto. Ninguno de ellos ha dado argumentos sólidos, y se han expresado en consideraciones generales como ser “mejorar la calidad democrática,…mayor representatividad, reducir costos de campañas,…transparentará el financiamiento partidario… hará los procesos más ágiles,…herramientas tecnológicas,…un análisis más reflexivo” (Diario 7 páginas 27/11/24). No dicen nada, solo vaguedades de “supuestas virtudes”, verdaderamente no se advierte ningún análisis ¿o acaso algún lector lo ha visto? ¡Muchachos…, si hasta parece que les hubieran coucheado las mismas frases…se nota mucho! No nos olvidamos de Rosario Romero la Intendenta de Paraná que también se ha expresado en favor.
Estás experiencias del neoliberalismo internacional, traídas a nuestra política electoral, están dirigidas, justamente, a desarticular la relación del pueblo trabajador con sus dirigentes, ese es el gran objetivo. Es que esta “casta política” se alejó de la gente, ya no baja al barrio y que mejor que la BUP para evitarlo definitivamente.
Es decir que la compañera y el compañero militante ya no le va poder repartir la boleta en el barrio, o a sus familiares, conocidos etc.etc, hablar con ellos, y generar el compromiso del voto.
El quid del asunto está en tener en claro a quien representamos quienes hacemos política. Desde el «Grupo San José» del Movimiento Nacional Justicialista, la respuesta es: «a los trabajadores y las clases más humildes», aunque también existan franjas de comerciantes, profesionales y sectores empresarios peronistas.
Pongamos un ejemplo: Reza el proyecto en su Artículo 106°.- La Boleta Única estará dividida en filas horizontales de igual dimensión para cada agrupación política que cuente con listas de precandidatos/as y candidatos/as oficializadas.
Si Frigerio hace uso del régimen de simultaneidad de elecciones (Art.7 del proyecto). Desde ya que no puede haber dos urnas y dos boletas y dos todo.
¿Qué van a hacer?
La BUP nacional dispone las columnas verticales para las agrupaciones y las franjas horizontales para los cargos, mientras que la BUP provincial dispone las columnas verticales para los cargos y las franjas horizontales para las agrupaciones.
Obviamente se usará la nacional, ahora bien, si se tiene una elección de trece (13) fórmulas presidenciales, y seis (6) formulas a gobernador para competir en las primarias (PASO) como fue en el año 2023, son como mínimo 13 filas horizontales, que se pueden extender a los partidos que solo jueguen en el Distrito como ser el vecinalismo provincial o los partidos locales, lo que podría sumar el número de filas a tantas más, supongamos como dice la reglamentación de la BUP nacional que dispone para más de 20 listas, se extenderá hasta 66,62 cm, tendríamos una BUP de casi 70cms.. Esta es la razón por las que Milei quiere eliminar las PASO, reducir el número de candidatos en la votación general para que la boleta no sea un escándalo.
¡Se imaginan a la abuela doblando una boleta única papel BUP de 70cmsx70cms!
PD. Los restantes fundamentos, que dicen “facilitar la fiscalización, asegurar la “oferta” electoral de manera más completa, evitar la falta de boletas y reducir el gasto en impresión”, en próximas notas.