El domingo 5 de octubre se corrió el Iron Man 5051 Gualeguaychu 2025. Con dos demoras por las condiciones climáticas que llevaron a activar los protocolos previstos por la organización en caso de lluvia, por eso el Ironman 5150 Gualeguaychú 2025 comenzó a las 9:30 de la mañana. Con una gran organización.
La jornada se abrió con la interpretación de la canción Aurora y el Himno Nacional Argentino, antes de que los atletas, a las 9.30 h, iniciaran la primera etapa de natación, bajo lluvia, en aguas abiertas del río Gualeguaychú.
Llovía y estaba lleno de gente, adentro y afuera del circuito. Que le dieron vida a una jornada épica e inolvidable. Mil doscientas personas disfrutaron de un fin de semana de verano, y un domingo loco de pasión por el triatlón.
De mañana diluviaba. Y hacía frío. No paraba. Pero los pronósticos decían que iba a ir parando. Truenos, rayos, viento, frío, era una película indeseada. Sin embargo, la organización decía que se iba a posponer media hora, o una hora. Pero se hacía. Y eso era una tranquilidad, que La Paz 2025 40 años no pudo dar.
Volviendo a este día impredecible y loco en el litoral… Se demoró todo, pero la jornada tomó envión para saltar, y hasta lo más alto.
El mejor concordiense fue Matías Penco. Pudo cerrar una actuación brillante, de punta a punta. Voló en el agua, muy bien en la bici, y hasta el kilómetro cinco del pedestrismo vivía despierto un sueño. Hasta que se cayó un poco al final, sin dejar de pelear. Recordando que la perfección no existe, pero sí un día sublime. Mucha determinación y confianza en el plan de carrera. Ojalá que esta actuación se pueda replicar en La Paz.
MP decidió que iba a ir para adelante, atacando, desde el minuto cero. En el agua fue de los mejores de la general. Bien apoyado, deslizado y cómodo hacia las boyas. Se le hizo fácil, es su hábitat natural, pero el desafío era «no gastar», ir prudente, que había que pedalear, y se cumplió al final.
En la bicicleta apretó, presiono, y las piernas aguantaron bien, «la puso toda». Clavo 37 de promedio los cuarenta, mojados, barrosos, y curvosos. Ya lo venía insinuando en los entrenamientos. En la bici iba bien. En carrera, a veces con accesos, termino pagando a tasas indeseables. Esta vez fue paciente sin perder la cabeza. Se lo vio disfrutando de la adversidad, del viento, la lluvia, y del barro. Esa adrenalina de saber que podés caer, o chocar, peleando hasta por sobrevivir, pero también por ganar.
Y a pata estuvo en su mejor versión. Cruzármelo corriendo con «Pato» Valenti a cuatro, fue una gran alegría. Y peleando con los de arriba, hasta que tuvo que achicar en el kilómetro cinco, para llegar a un buen destino y no seguir a «punto muerte». Fue el gran protagonista de Concordia. Termino corriendo apenas arriba de cuatro, rindió y festejo.
Maty Penco es un triatleta ofensivo, que busca, y luego descollando, tuvo que ajustar y replegarse. Supo sentir, y redondeo quizás, su mejor actuación desde que paso de la natación al triatlón. La carrera de los sueños salió, en «La Capital Nacional del Carnaval». Era obvio y sabido que era cuestión de tiempo de que explote a otro nivel. Qué fe ciega le tengo para el triatlón más popular: La Paz.
La mejor concordiense fue Victoria Roman. Gracias a su apego por los entrenamientos, concentración, aguante, y las ganas de competir y mejorar, fue la mejor de las mujeres concordienses. En su ADN tiene los torneos y la competencia. Al «deporte como bandera».
Sin embargo, no fue su mejor carrera. Quizás venía cargada de entrenar para el 70.3 de Capital, un desayuno inapropiado, diferentes anuncios de postergación, el caos en transición, la demora, todo eso «enquilombaron» la cabeza.
cabeza.
En el agua entro complicada, helada, hasta que pudo fluir y sentirse mejor. Yendo pareja y más confiada. En el ciclismo, hoy su fuerte, sin gafas, con lluvia, en una ruta conversada, llena de gente, pozos, y charcos, pudo mantenerse en pelea. Puso un buen tiempo a pesar del sacrificio y la desconcentración de no beber suficiente agua ni tomar los debidos geles. Todo basado en una gran condición física, que la sostenía a pesar de estar sufriendo más de lo imaginado.
Y para cuando se bajó a correr ya «tenía la bala adentro». Y las cartas marcadas. Había pensado arrancar a correr a 5 o a 5 10, y después ir bajando. Termino corriendo casi a 5 20, detonada, y con riesgo de calambre. Una más para el cuaderno. Ni la primera ni la última. Con todos los condimentos. Son carreras, como partidos, trabajos, como notas, o relatos. Se juega para cinco o se juega para «El Premio Chamigo». Todo forma parte del show. Así y todo… Le mete tanto, que su piso está alto.
Su sacrificio fue su guía. Con estado físico y voluntad, logro superar el día. Y hoy es la gran candidata al San Antonio de Padua de Triatlón 2025 del Periodismo Deportivo, según quien esto escribe.
Los otros concordienses, en orden con la tabla de posiciones, fueron estos:
2- Ale Ricagno (2:12:18)
3- Juan Martín Angarola (2:17:03)
4- Fernando Bertolotti (2:22:18)
5- Martín Segovia (2:23:51)
6- Federico Muller (2:26:03)
7- Patricio Dri (2:30:47)
8- Leo Voscoboinik (2:31:32)
9- Federico Mesa (2:31:43)
10- Julio Gonzales (2:36:46)
11- Claudio Acuña (2:36:48)
12- Victoria Román (2:46:08)
13- Daniel Fernández (2:46:43)
14- Javier Cabrera (2:54:47)
15- Julio Tozonotti (2:54:50)
16- Julio Cesar Romero (2:58:12)
17- Evangelina Benitti (3:00:31)
18- Guillermo Ianello (3:03:49)
19- Marcelo Marquez (3:05:41)
20- Laura Barla (3:24:44)
Fuente: Federico Muller