El número de caminantes se supera año a año. La diversidad de edades, estado de vida y compromiso cristiano, devela la gran devoción y el deseo que hondamente resguarda el corazón: caminar hacia la casa de la Madre, para pedir su auxilio, su intersección, pero también, para agradecer las gracias recibidas.
En el camino, el peregrino experimenta la síntesis de la vida misma, con sus luces y sombras, sus alegría y tristezas, sus anhelos y preocupaciones; pero siempre en la certeza
de que es el Espíritu de Dios el que acompaña, reconforta,impulsa, anima y transforma el caminar con dirección segurasegura al premio celestial.
A los caminantes se les suman unos 300 peregrinos servidores distribuidos en las cinco paradas (El Tangá, cap. Sagrado Corazón,casa abandonada, cap. San Roque, cap. San Luis y puesto de agua) dispuestas en el trayecto que contempla 38 kilómetros.
Un mega operativo de seguridad y asistencia se ha dispuesto que involucra a Cruz Roja, Hospital de Federación, paramédicos, Tránsito, Policía, Bomberos Voluntarios, Gendarmería y Prefectura, entre otros; todos colaborando para que esta manifestación de piedad popular pueda vivirse plenamente.