Parece un chiste, pero no lo es. Hasta se puede bromear (y es lógico) debido a que parece una tomada de pelo. Lo cierto es que a los empleados del correo nos dieron un golpe de nocaut. Así de simple, así de duro.
El arreglo que se llegó el dia de hoy es el mazazo mas duro que sufrimos en los últimos años. No sólo es un golpe letal al bolsillo, sino a la confianza, a la familia, a los sueños.
No es exagerar, es la realidad. Cruda. Dura. Inapelable. Este inexpresivo 8% significa que nos caímos definitivamente del mapa, que la lucha se perdió y que será imposible recomponerse. No hay manera, así en diciembre en la nueva paritaria el arreglo sea (lo dudo), algo mejor.
En anteriores publicaciones detallé cada uno de los acuerdos de otros gremios, los cuales no bajan del 20% promedio. Lo arreglado hoy es sencillamente una burla al trabajador que, llamado esencial, dejó todo desde marzo a esta parte.
Es cierto que la lucha es el único medio. Y si abandonamos estamos aún mas perdidos, pero esta vez el golpe parece de nocaut. Y que este boxeador golpeado (el empleado de correo) ya no podrá levantarse de la lona y seguir peleando.
Los sindicatos han hecho poco y nada parece, y al gobierno tampoco le interesó demasiado estas 16.600 familias que integran el querido Correo Argentino.
Son todas reacciones lógicas y comprensibles para este momento. Desde el que insulta al que, calladito la boca, espera sentado como sus ilusiones sean liquidadas por completo.
Ya hemos hablado de unirnos, de pelear por lo que nos corresponde, de un paro general, incluso desafiliarnos de los gremios (en mi caso Foecyt), etc. Es feo decirlo, pero nos han dado un tremendo golpe. Del cuál dificilmente los recuperemos.

