Vecinos del barrio Vélez Sarsfield, especialmente quienes residen en la zona de calle Corrientes y Rivadavia, manifestaron su indignación por la rotura de un caño que desde hace más de seis meses provoca el desborde de aguas servidas frente a sus viviendas.
El derrame se origina a metros del Gimnasio Municipal, y según relataron los habitantes del sector, cada vez que solicitan una solución, la respuesta que reciben es que “aún no se compraron el caño ni los materiales necesarios” para realizar la reparación.
Los vecinos calificaron la situación como “una vergüenza”, remarcando que se trata de una dependencia municipal ubicada a pocas cuadras del centro de la ciudad. Señalan además las consecuencias del problema: malos olores, agua contaminada circulando por la calle, y la acumulación de suciedad que se agrava con las altas temperaturas.
“Esperamos una pronta y favorable respuesta. No podemos seguir viviendo con esta mugre y este olor nauseabundo”, expresaron los vecinos.
