El básquetbol fue creado por la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes) en 1891 en los Estados Unidos. La YMCA de Argentina, a la que quienes acumulan historia la registran como la Yumen, lo introdujo al país en 1912. Lo propio hizo con el voleibol, otra creación de la YMCA, en 1895, igualmente en los Estados Unidos.
Bajo el lema: «nadie ama el básquetbol más que nosotros», recientemente la YMCA y los Globetrotters suscribieron una alianza orientada a fortalecer la divulgación y práctica de este deporte en todo el mundo.
Norberto Rodríguez Secretario General de la YMCA
Asociación Cristiana de Jóvenes
El deporte, en su esencia, es un instrumento educativo fenomenal. Contribuye a la integración, desalienta la discriminación, promueve el respeto mutuo, fomenta el esfuerzo superador, anima la cooperación (equipo) y templa el carácter. Es, a la vez, motivador de conductas pro-activas: los triunfos estimulan a continuar mejorando y las derrotas se convierten en plataformas de aprendizaje para enfrentar los retos de la vida.
La alianza YMCA-Globetrotters tuvo un momento expresivo internacional en el Consejo Mundial de la YMCA, celebrado en julio en Chiang Mai, Tailandia. Se reunieron 1200 delegados de los ciento veinte (120) países en los que existe la YMCA. Allí mismo los Globetrotters, encabezados por Howard Smith, su presidente, hicieron una excelente demostración de su empatía y del malabarismo para convertir el básquetbol también en una singular manifestación cultural en la que vibran el asombro y la alegría.
La YMCA en 2019 estará conmemorando su 175°. En la Argentina su fundación data de mayo de 1902. En la actualidad, 65 millones son sus miembros en el planeta, lo que la convierte en la institución civil más grande del mundo. Abundando sobre los 175 años de vida, está previsto un mega gathering de jóvenes de la YMCA de todo el mundo. Se espera que cinco mil (5000) se encuentren en Londres del 4 al 8 de agosto para celebrar y reflexionar acerca de cómo aportar a la construcción de una comunidad planetaria con horizonte de esperanza
Su razón de ser, su misión, es la promoción de los valores esenciales de la vida: amor, justicia, paz y solidaridad. Enfoca su accionar desde una perspectiva formativa integral, laica, autónoma, abierta y plural en todos los campos. Desde su identidad se abre a la sociedad sin ningún dogmatismo y trata de contribuir a la construcción de espacios de encuentro y diálogo para que emerja una ciudadanía fuerte y responsable.
Los Village People le dedicaron una canción universalmente conocida e infaltable en cualquier festejo. Representa, sumado a su letra y música pegadizas, un testimonio de reconocimiento a la labor social de la YMCA.
La mirada de la YMCA está enfocada hacia la integralidad de las personas. En ese marco encaja el básquetbol como un medio formativo-recreativo. En esta visión holística no están ausentes otros componentes: la cultura, la educación y la solidaridad activa con quienes transitan por los laberintos de la vida.
En 1946 la YMCA recibió el Premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria con refugiados de guerra. El fundador de la Cruz Roja Internacional, Henri Dunant, fue el presidente de la YMCA de Ginebra, Suiza.
Presidentes de países, primeros ministros, empresarios, deportistas de élite, hombres y mujeres de la ciencia, la cultura, el arte y la educación han circulado y lo siguen haciendo por la YMCA en diversas partes del mundo. Bill Clinton, Barak Obama y el eximio nadador Michael Phelps, por ejemplo. En la Argentina, Carlos Gardel, Astor Piazzola, Carlos Gorostiza, y tantos otros.
Uno de los carismas centrales de la YMCA es la formación de líderes desde la más temprana edad. Se trata de un aporte a la germinación de futuros dirigentes para la sociedad.
La YMCA tiene distintas sedes en varias localizaciones de la Capital Federal y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos (Concordia). La última fue abierta en la Antártida, en la
Base Marambio. Hace muy poco, Solange Seijas, joven líder de la sede Entre Ríos de la YMCA, participó de un programa internacional: «Journey for Justice», en Tierra Santa.
La educación formal representa uno de los compromisos ineludibles para la YMCA nacional, con diez establecimientos y 3000 alumnos en los niveles inicial, primario y secundario, centros de formación profesional, un terciario y recientemente el Instituto Universitario YMCA, su nave insignia en materia educativa.