El llamado de un vecino de Maipú para alertar sobre un hecho de «violencia de género» no fue tenido en cuenta por el Centro Estratégico de Operaciones de Mendoza.
El sábado 12 de diciembre, a las 18.58, un vecino de la localidad mendocina de Maipú hizo un llamado al 911 que podría haber salvado la vida de Florencia Romano, la nena de 14 años que fue salvajemente asesinada.
En las últimas horas, trascendió el audio de aquella llamada que la auxiliar policial no tuvo en cuenta ante un hombre lógicamente alterado, que denunciaba un presunto hecho de violencia en una vivienda de la que dio dirección exacta. Donde la adolescente fue asesinada.
Soledad Herrera, quien atendió al llamado, no pudo o no quiso contener al denunciante e incluso corta y finaliza abruptamente la comunicación. Conociendo la ubicación de donde se cometía el femicidio, ni siquiera se envió un móvil policial para corroborar la denuncia.
Ahora, el fiscal en jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, investiga al Centro Estratégico de Operaciones (CEO) por ese llamado del testigo que advertía sobre la situación en el domicilio de los imputados por el homicidio de Florencia.
La comunicación se efectuó a las 18.58 de aquel trágico sábado; a las 19.17 el teléfono celular de la víctima fue apagado…