«Es como que me robaron el corazón», dijo el sacerdote víctima de la inseguridad

El cura de la Parroquia Nuestra Señora Del Valle de Concordia sufrió el robo de su guitarra y diversos elementos religiosos. «Lo que me robaron no tiene valor pero para nosotros es como que nos roben el corazón», afirmó.

El padre Néstor contó sus sensaciones luego de haber sido víctima de la inseguridad. Como se informara oportunamente, le robaron una guitarra y un maletín con objetos litúrgicos.

«La parte dolorosa del robo es que tenés esta sensación de vulnerabilidad y a la comunidad también la conmocionó», dijo el religioso de la Parroquia Nuestra Señora Del Valle.

«Personalmente sentí que tenía que discernir cuál era el mensaje que nos estaba dejando esto». Es que, sostuvo, «la guitarra y los elementos de misa son para nosotros la misión».

«Yo manoteaba el instrumento y el bolsito de misa; y nos íbamos para el barrio; el habernos robado eso, es como que nos roben el corazón. Sentí que Jesús me dijo que esté más atento porque si no cuidás tu oración o tu fueguito de adentro, te lo van a robar», reflexionó.

El Padre Néstor detalló que el hurto ocurrió el pasado fin de semana «en la misma casa parroquial. La Parroquia Del Valle está en tierra de misión; como Gruta de Lourdes: son parroquias que están en el medio de esta situación social que estamos viviendo».

«Acá las leyes de juego son otras: a estos barrios se les ha robado la dignidad del trabajo, la educación, la salud, la familia», agregó.

En ese contexto, contó que «el sábado tuvimos actividad, tuvimos catequesis, a la siesta fui a un velorio, después celebré la misa y me acosté temprano: hasta ahí la tenía a la guitarra».

Sin embargo, al otro día «cuando voy a querer tocar otro rato, no estaba y ahí caí en la cuenta del robo». Destacando además que «el bolsito tenía cosas de misa como dos copones, el cáliz que me regaló un cura muy amigo: cosas sin valor material pero con mucho valor afectivo».

Tras el hecho de inseguridad, informó en la tarde de este martes que «aún no se sabe nada».

«Hice la denuncia en comisaría Cuarta, que vinieron dos o tres veces y me dijeron que estaban rastreando pero hasta ahora nada se recuperó», puntualizó.

Por último, el religioso solicitó en diálogo con LT15 que «si les ofrecen estas cosas, avisen», dado el valor afectivo de los elementos sustraídos.

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