El Consejo Federal de Educación estableció un acuerdo, al que no adhirieron la Ciudad y Mendoza, que establece que se dictarán clases bajo la forma de «presencialidad administrada» en las jurisdicciones de riesgo epidemiológico bajo, moderado y alto y de suspensión de clases presenciales para las regiones que están en «alarma sanitaria».
La funcionaria realizó esas declaraciones a Télam, tras haber participado la noche del martes de la asamblea del Consejo Federal de Educación, en el que están representadas todas las provincias, y en donde se aprobó un sistema de dictado de clases acorde al nivel epidemiológico de cada región del país.
El acuerdo, al que no adhirieron la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Mendoza, establece que se dictarán clases bajo la forma de «presencialidad administrada» en las jurisdicciones de riesgo epidemiológico bajo, moderado y alto y de suspensión de clases presenciales para las regiones que están en «alarma sanitaria», considerada de mayor gravedad por la evolución de la pandemia.
«En el marco del Consejo Federal de Educación, institución creada por la Ley de Educación Nacional, como el espacio de construcción de consenso, de concertación federal, 22 provincias argentinas y el Gobierno nacional hemos ratificamos nuestro compromiso inquebrantable con garantizar el derecho a la educación y el cuidado de la salud», dijo la ministra a esta agencia.
Planteó, en ese sentido, que «los criterios epidemiológicos definidos por las autoridades sanitarias que se adoptaron, con la contundente mayoría de las jurisdicciones del todo el país, brindan un ordenamiento claro para seguir aunando esfuerzos por la presencialidad cuidada que todos reconocemos como fundamental y configurar las políticas, y desplegar las acciones que se requieren para garantizar la continuidad pedagógica no presencial cuando el contexto epidemiológico alarmante así lo exige».
«La suspensión de clases presenciales es una circunstancia excepcional, temporal y focalizada que se adopta en la menor unidad geográfica posible a raíz de una situación epidemiológica altamente preocupante», destacó y añadió que «no se trata hoy, como no se trató nunca, de una definición de política educativa».
Luego, recordó que en la provincia de Buenos Aires, en 88 de los 135 distritos existen clases presenciales, «gracias a que contamos con protocolos que han demostrado una gran efectividad y al enorme trabajo de toda la comunidad educativa por aplicarlos».
Al respecto, la funcionaria expuso que «las escuelas permanecen abiertas y recibiendo a través de turnos individuales a estudiantes que no cuentan con otros medios de comunicación con la escuela o que están transitando una promoción acompañada».
«Las y los docentes les entregan materiales educativos y devoluciones al tiempo que reciben las actividades que ellos están haciendo en sus hogares», continuó y graficó que los equipos de orientación escolar «intensificaron sus tareas de acompañamiento y revinculación».
En paralelo, puso de relieve que «se sigue realizando la entrega del servicio alimentario escolar y se continúa con las obras de mejora de la infraestructura escolar”.
Así, expuso que, «con muchísimo esfuerzo, directivos, docentes, auxiliares, estudiantes y familias han reorganizado la forma de habitar la escuela para poder sostener la presencialidad cuidada».
«Frente a este escenario, con absoluta determinación, el Gobierno provincial, continúa con su mayor empeño trabajando junto a la comunidad educativa de cada escuela, para garantizar la continuidad pedagógica de todas y todos los estudiantes bonaerenses que viven en zonas de alarma epidemiológica y, en particular, por fortalecer aquellas trayectorias educativas vulnerables que se han visto aún más perjudicadas por la pandemia», cerró Vila.